Cómo crear una imagen corporativa

Hoy vamos a hablar de algo esencial para cualquier empresa: cómo crear una imagen corporativa. Esto es imprescindible y muy importante sea cual sea la actividad y tamaño de nuestra empresa, ya que la imagen corporativa es la que les dará a nuestros clientes una imagen, y por tanto, una percepción sobre nosotros mismos. Esto nos ayudará a posicionarnos en la mente de nuestros consumidores, transmitirles la imagen que deseemos y por tanto ayudarnos en la estrategia comercial.

Para crear una buena imagen corporativa hay que tener en cuenta varios aspectos y seguir un buen procedimiento. A continuación os damos algunas claves para poder llevar esto a cabo de la mejor manera posible:

Análisis previo de la empresa:

análisis interno

Antes de comenzar a crear nuestra imagen corporativa es muy importante tener claro unos cuantos aspectos sobre nosotros mismos para así saber orientar de la mejor manera el diseño de nuestra imagen corporativa. Estos aspectos influyen directamente en nuestra manera de actuar y en cómo nos verán los demás por lo que serán claves a la hora de diseñar la imagen corporativa.

Aspectos clave: visión, misión y valores

Lo primero será definir estos tres conceptos en relación con nuestra empresa, pues son los que nos darán una imagen de nosotros mismos sobre la que trabajar para empezar a crear nuestra imagen corporativa.

  • Misión:

    Esta hace referencia a la razón der ser de la empresa en sí, es decir, por qué existe esta. Es lo que define el objetivo de la empresa en el largo plazo y es el criterio que regirá las decisiones de actuación que seguirá. La misión no puede ser simplemente “ganar dinero”, tiene que ir más allá e interferir en la realidad en la que se encuentra la empresa. Por ejemplo la misión de “Coca-Cola” es “refrescar al mundo e inspirar momentos de optimismo y felicidad”.

  • Visión:

    Aquí debemos definir brevemente el objetivo concreto a conseguir a medio plazo. Debe ser más concreto y alcanzable que la visión pues guiará nuestras actuaciones de una forma más directa. Esta puede ser un compromiso global o estar dividido en diferentes partes, como es el caso de Coca-Cola, nuestro anterior ejemplo, la cual lo divide en personas, bebidas, socios, planeta, beneficio y productividad con un objetivo claro para cada uno.

  • Valores:

    Estos son factores claros de la cultura empresarial que deben cumplir todos y cada uno de los miembros de la organización y deben ser casi irrompibles. Por ejemplo algunos valores podrían ser liderazgo, pasión, integridad, compañerismo, etc.

Definir estos conceptos de  la manera más concreta posible nos ayudará no solo a tener una imagen más clara de nuestra empresa sobre la que empezar a trabajar nuestra identidad corporativa, sino también a definir la línea de actuación para nuestras acciones empresariales.

¿Qué piensan los demás de mí?

Además, una vez ya sabemos la imagen que queremos transmitir de nosotros mismos sería muy recomendable también saber qué piensa el público actualmente de la empresa, es decir, lo que realmente estamos transmitiendo ahora mismo. Esto lo podemos averiguar realizando encuestas, entrevistas, preguntas a gente vinculada con la organización, etc. Lo importante es saber qué opinan de nosotros y por qué, para compararlo así con la imagen que queremos transmitir  y así ver en qué aspectos fallamos y qué corregir que la imagen percibida por nuestros clientes se asemeje más a la nuestra imagen idónea.

Ahora sí, ¿cómo crear una imagen corporativa?

imagen corporativa

Una vez definido todo esto, ya tenemos sentadas las bases sobre las que empezar a trabajar y orientar nuestra imagen corporativa. Para que esta funcione debe transmitir coherencia con la personalidad de nuestra empresa y tener un diseño acorde a este que provoque interés en el consumidor.

Una buena imagen corporativa puede estar compuesta por diferentes elementos como el nombre de la empresa, logo y eslogan, aunque puede haber más. Comencemos a ver cada uno de ellos.

El nombre

El nombre es de los aspectos más importantes, si no el que más. Será lo primero que lean nuestros clientes y nuestra carta de presentación hacia ellos por lo que debemos de darle toda la importancia que se merece.

Lo más conveniente es que el nombre esté relacionado con la actividad comercial de la empresa, pues así les será más fácil a nuestros clientes identificarnos y saber qué servicios ofrecemos. Otro consejo importante respecto al nombre  es que no sea demasiado largo pues un nombre corto será más fácil de utilizar y recordar. Deberá ser fácil de pronunciar pues de lo contrario inducirá a errores, dificultades a la hora de encontrarnos o directamente que no se nos recuerde. Además si somos creativos creando nuestro nombre conseguiremos ese aspecto diferenciador que logrará distinguirnos de nuestra competencia y multiplicará las probabilidades de asentarnos en la mente de nuestros clientes.

El logotipo

logotipo

El logotipo es el elemento gráfico que identifica a la marca y sirve para que la imagen de nuestra empresa sea reconocible y se identifique, no solo con los productos y servicios que ofrecemos, sino también con nuestra personalidad de empresa.

Para diseñar un logotipo adecuado tenemos que definir de manera concisa hacia qué público nos dirigimos, para hacerlo lo más atractivo posible, observar lo que ha hecho al respecto nuestra competencia y pensar detenidamente el mensaje que queremos transmitir.

Algunos consejos respecto el diseño del logotipo serían que este fuera sencillo, con pocos elementos y muy claros eligiendo así formas y colores que transmitan identidad a nuestra empresa, de esta manera haremos que a nuestros clientes les sea más fácil identificar a nuestra empresa. El logo también transmite información de nuestra empresa, por lo que es muy importante que sea coherente con esta basándonos en lo que hemos analizado previamente sobre ella.  Colores y formas deben estar acordes con el resto de elementos y materiales a utilizar por nuestra marca y deben de saber reflejar la característica principal de nuestra empresa. Además, como el objetivo principal de un logotipo para una empresa es que está quede marcada en la mente del consumidor por el máximo tiempo posible, el logotipo debe de ser todo lo atemporal posible dado que perdurará en el tiempo y debe destacar los valores principales de la entidad.

Por último lo más importante es que nuestro logotipo transmita credibilidad y confianza. Para ello es necesario que transmita valores y personalidad acordes con los de la empresa, para lo cual ayudará entender y estudiar las connotaciones del color o las imágenes simbólicas que mejor nos venga para nuestro sector, y realizar investigaciones de mercado para asegurarse de que el logotipo no puede interpretarse de forma perjudicial para la marca.

El eslogan

El eslogan básicamente es el claim, o dicho de otra forma, la frase con la que pretendes atraer y captar a tus clientes. Puedes darle multitud de enfoques mientras consigas este fin.

Lo mejor para ello sería destacar los beneficios que aporta tu empresa o tu valor añadido respecto al resto de la competencia. Algunos consejos para que este funcione mejor podrían ser que empiece por verbo o con un imperativo, ya que llama a la acción, que se pueda insertar en una conversación cotidiana, lo que lo hará más familiar y que no contenga palabras complicadas ni sea difícil de pronunciar.

Como siempre,  una buena creatividad y originalidad a la hora de crear nuestro eslogan hará que este nos diferencie más del resto y perdure en la mente de nuestros consumidores.

El eslogan es otra parte importante de la imagen corporativa pues su finalidad es acompañar al logotipo y causar confianza y credibilidad en nuestros futuros consumidores.

La línea gráfica

línea gráfica

Pero la imagen corporativa no acaba con el nombre, logotipo y eslogan, sino que continúa en todos los elementos gráficos y visuales de la empresa.

Todas las publicaciones que realice la empresa ya sea en la página web, sus publicaciones, flyers, sobres, uniformes, etc., deben de guardar una coherencia y concordancia de imagen, por lo que se deben usar los mismos colores corporativos y seguir con la línea visual elegida para realizar el resto de la imagen corporativa. Esto facilitará que se reconozca fácilmente cuando un elemento pertenece a nuestra empresa y evitará confusiones a la hora de identificarlos.