La imagen de la empresa en el catálogo
Hace algún tiempo te ofrecíamos algunos consejos para catálogos en el que te indicábamos algunas de las principales ventajas de estos documentos publicitarios. En concreto, no hay duda que los catálogos se caracterizan por ser una opción muchísimo más completa, especialmente útiles para ofrecer una información más extendida sobre los servicios que ofrece la compañía, aunque es cierto que comúnmente son más utilizadas por las empresas para ofrecer un listado de sus productos o servicios.
Pero a la hora de diseñar catálogos debemos fijarnos en una cuestión casi fundamental: la imagen de la empresa. Para ello es vital desarrollar la imagen de la empresa anteriormente al diseño del catálogo, dado que éste debe expresar la propia identidad de la compañía u organización.
El desarrollo de la imagen de la empresa en el diseño del catálogo
Antes de ponernos manos a la obra antes de diseñar un catálogo, es evidente que debemos fijarnos y tener presente la imagen de la empresa.
¿Por qué? Principalmente porque el diseño del catálogo debe expresar la identidad de ésta. De forma que tanto los colores, como las imágenes, las tipografías, las formas e incluso las líneas deben tener un estilo adecuado y acorde no solo a la imagen de la empresa, sino a su sus valores.
¿Cómo lograrlo? Manteniendo la misma estética en todo el catálogo, de forma que conseguiremos que la identidad corporativa permanezca en la memoria del posible cliente.
Pero no basta con seguir la misma estética, dado que entonces correríamos el riesgo de parecer monótonos, encontrándonos además ante un catálogo ‘aburrido’. La clave, por ejemplo, es variar el diseño según las categorías de los productos o servicios que se estén promocionando en el documento.
Eso sí, no debemos olvidarnos de lo fundamental: esos cambios de diseño deben no solo estar en relación con el diseño general del catálogo, sino finalmente con la propia imagen de la empresa.