¿No te ha pasado recibir un presupuesto para imprimir tus trabajos o documentos de empresa y ver que te incluyen la opción de laminado? Y te dices… ¿eso qué es?
¡Fuera preguntas y aquí vienen las respuestas! Los acabados:
Laminado o plastificado
El laminado es cuando se cubre el papel que ya se ha impreso con el material adecuado. Puede ser BRILLO o MATE (el mate suele transmitir elegancia y el brillo para destacar colores e imágenes) Darás un valor añadido a documentos como tarjetas de visita, invitaciones, (más…)
Elige el gramaje del papel adecuado para tu impresión según el grosor y su objetivo.
Cada impresión es muy personal y depende de la creatividad, finalidad y gustos. En Imprimir Mi Revista preferimos escucharte y aconsejarte las características de impresión ideales para ti. Pero, para que partas de unos usos básicos, te informamos del grosor según:
40 a 60 gr.: Utilizado en periódicos, biblias (50 gr.)
80 a 100 gr.: Papel folio clásico
90 a 170 gr.: Habitual para folletos y carteles (sobre todo de 100 gr. a 135 gr.) y algunos catálogos de empresa (recuerda que el catálogo de empresa queda mejor con las portadas más gruesas que el interior)
200 a 250 gr.: Cartulina fina/media para utilizar como tapas de revistas, catálogos o flyers (folletos) más gruesos (aparentan mayor calidad de imagen publicitaria)
250 a 350 gr.: Sobre todo usado para tarjetas de visita, tarjetas postales, invitaciones o incluso en flyers muy gruesos
350 a 450 gr.: Es un cartón bastante más grueso usado habitualmente en tarjetas de visita muy gruesas (casi de lujo) y cubiertas de libros, por ejemplo
Aún así, te aconsejamos contactar con nosotros para que te asesoremos en tu caso concreto sin compromiso.
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Con independencia de que desees imprimir revistas, imprimir folletos o imprimir catálogos, en muchísimas ocasiones te hemos indicado que tanto el diseño como la propia apariencia de estos documentos son fundamentales, en especial para conseguir nuestro propósito: llamar la atención del cliente o lector.
Entre estos objetivos, por ejemplo, podemos diferenciar el objetivo de una revista frente al de un folleto o catálogo. Y es que si bien es cierto que para la primera opción, el objetivo pasa por atraer la atención del lector y que se mantenga como lector en cada edición, con la segunda y tercera opción el objetivo está en conseguir que la persona se convierta en cliente de nuestra empresa o negocio (esto es, que adquiera los productos o servicios que ofrecemos).
Aunque la imagen en la portada es fundamental en la revista, tanto en este documento como en los catálogos y folletos el uso de imágenes y fotografías de calidad es ciertamente imprescindible.
Seguramente que, en aquellos momentos en que te has encontrado con documentos publicitarios con imágenes pixeladas o fotografías de mala calidad, tiendes a no seguir hojeando el documento, dado que el uso de este tipo de ilustraciones tienden a causar cierto malestar e incluso podemos llegar a pensar que la empresa que publicita sus productos o servicios en dicho documento no es seria.
Por tanto, no solo debemos cuidar el diseño y la apariencia del documento, sino también la calidad de las imágenes y fotografías que incluyamos en el mismo. Una buena opción, por ejemplo, es contar con fotografías de calidad e inéditas, curiosas, imaginativas y que además llamen la atención del cliente.
De esta forma, siempre es posible diseñar un buen catálogo sin ser un profesional diseñador gráfico con experiencia, aunque es cierto que en caso de ser posible siempre es útil –y adecuado- contar con un equipo profesional que se haga cargo tanto del diseño como de la propia maquetación de nuestra edición, para luego imprimir catálogos de calidad.
No hay duda que cuando hablamos de catálogos uno de los elementos más importantes desde un punto de vista visual son las fotografías e imágenes, puesto que nos ayudan a dar dinamismo al catálogo y además son de utilidad para ofrecer una mayor información al lector.
Pautas ante el uso de fotografías e imágenes en el catálogo
Es fundamental que las fotografías e imágenes sean claras y nítidas, dado que no hay nada más poco profesional que observar un catálogo o un folleto con las imágenes pixeladas, puesto que este problema brinda una imagen poco seria de la empresa, negocio o profesional.
Es imprescindible utilizar imágenes con un color adecuado en relación a los colores del diseño del resto del catálogo, por lo que la selección de las instantáneas no es en absoluto baladí.
¿Lo mejor? Tratar de crear expectación y llamar la atención al lector, para que siga leyendo las páginas hasta llegar a la última y en definitiva conseguir nuestro objetivo: que adquiera nuestros productos/servicios.