Tipografía y psicología van de la mano

Como imprenta sabemos que las fuentes que elijamos no deberían ser aleatorias, toda tipografía transmite diferentes emociones. Es por ello que hemos decidido dedicar el siguiente artículo a explicar la importancia de elegir la tipografía adecuada, para que así tu mensaje sea entendido mucho mejor.

Vamos a pensar por un momento en la tipografía que usamos para escribir un correo electrónico en el trabajo, suponemos que a nadie se le ocurriría la terrible idea de mandar un email importante a nuestro jefe con un tipo de fuente como podría ser la Comic Sans, ¿no? Esta tipografía que cuenta con un odio infundado por parecer cuanto menos poco profesional, quizás no esté mal para usarla en las tarjetas de una fiesta de cumpleaños, pero desde luego no para enviarle los últimos presupuestos finales a nuestro jefe. 

La tipografía y la psicología están relacionadas

Así como la Times New Roman y nos da un cierto aire de profesionalidad y tranquilidad al leerla, hay otras tipografías y estilos que nos resultan cuanto menos inquietantes dependiendo de lo que queramos transmitir.

 

Tipografía y las emociones

Sarah Hyndman, autora del libro «Why Fonts Matter?” «¿Por qué las fuentes importan?” en una entrevista que le hizo la televisión inglesa BBC, manifestó que “La tipografía es como un lenguaje verbal, puedes leer algo en ella”. Por lo que podemos deducir que efectivamente, la tipografía y la psicología van de la mano. Debemos entender que elegir el tipo de fuente no es algo que debamos hacer al azar. Deberíamos sentarnos y analizar primero qué es lo que queremos transmitir y después nos pondremos manos a la obra para elegir una tipografía que represente lo que realmente queremos proyectar.

Otro aspecto que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un tipo de letra u otro es el sector al que nos dedicamos. Posiblemente para una empresa constructora esta no sea una decisión relevante, pero todo lo contrario ocurre en el sector de la alimentación, donde la tipografía influye mucho en la decisión de comprar o no un nuevo alimento.

Como hemos dicho, la psicología y la tipografía van de la mano, por lo que debemos elegir bien qué queremos decirle al mundo que somos, eligiendo una fuente que represente la filosofía de la empresa, o bien qué somos.

Sí, la tipografía es tan importante, e incluso más allá de lo que imaginabas.

La psicología detrás de la tipografía

Por ello debemos tener muy claro qué es lo que queremos transmitirle a nuestro espectador, nuestra tipografía podría ser otra carta de presentación. No es algo que podamos elegir, va inherente a nuestra psicología. Todo nos influye y todo nos proyecta algún tipo de emoción, de forma que tenemos que saber aprovecharlo en nuestro propio beneficio.

Debemos usar la psicología escondida en la tipografía, al menos si queremos sacarle el mayor partido a lo que estamos haciendo.

¿Queremos transmitir una imagen de confianza, respeto, autoridad, tradicionalidad, institucional? Entonces las mejores fuentes son las “Serif,” que son aquellas que tienen un trazo ornamental, como podrían ser Times New Roman, Baskerville o Georgia.

Sin embargo, si queremos transmitir una imagen de limpieza, modernidad, estabilidad, minimalismo o universalidad deberíamos inclinarnos por una fuente Sans Serif, las que no tienen ese trazo ornamental y presentan una pequeña separación entre las letras como podrían ser la tipografía Arial, Century Gothic o Calibri.

En caso de las fuentes Scipt, que son aquellas que parecen manuscritas, como podría ser la Parisienne o la Pinyon Script. Transmiten más creatividad que el resto por lo trabajadas que están, así como modernidad y elegancia.

Fuentes modernas, como bien podemos deducir por su nombre, tienen ese aire moderno que son perfectas para transmitir inteligencia, además de sencillez ya que los trazos son simples pero a su vez transmite una visión futurista.

Y por último podríamos tener las fuentes “Display” se podría decir que son las más trabajadas de todas y son las que mejor proyectan la personalidad. Al mismo tiempo también son las más complicadas de usar porque tenemos que estar muy seguros de que la fuente que vamos a usar va a funcionar. Ejemplos de estas pueden ser Almendra Display o Ruslan Display.

La importancia de la tipografía.

Estos son ejemplos básicos pero bastante explicativos respecto a cómo nuestra mente ve los distintos tipos de fuente y como asocia conceptos a cada una de las distintas tipografías que hemos mencionado anteriormente. Seguramente nunca antes te habías parado a pensar en este crucial detalle, al que después de este artículo esperemos que empieces a prestar una mayor atención. Elegir un tipo de letra u otro terminará repercutiendo en el diseño que elaboremos, la infografía que lancemos en redes, así como en el email que mandemos. Porque nadie quiere parecer poco profesional ni tampoco quiere parecer demasiado tradicional, sin importar al sector al que se dedique tu empresa. 

Esperamos que este artículo haya servido como una pequeña incursión al mundo de la psicología que hay detrás de la tipografía, y que os sirva de ayuda a la hora de elegir la mejor fuente para vuestras ideas y proyectos.